Iba disgustada, arrastrada por la amargura que corrían mis días por entonces, con millones de problemas encima y con ganas de terminar con todo cuanto antes. Me senté en una mesa alejada para que nadie se percatara de mi presencia y por tanto de mi mal humor. Empecé a leer mi libro, una y otra vez, podía releer ese fragmento tantas veces, me encantaba, cuando el se enamora de ella, ahí empieza lo bonito, lastima que en la vida real no pasaran esas cosas. Bebí un trago de mi café y seguí con la lectura. Se me pasó el tiempo en un abrir y cerrar de ojos, me estaba terminando de beber el café cuando alguien se sentó frente a mi, le miré perpleja, en esos momentos no quería que nadie me molestará, ¿ Era eso mucho pedir?
-Perdona, aquí estoy yo sentada.
-Ya y ahora yo también lo estoy.
-¿Perdón?
-¿Eres antisocial? Porque si es así solo me tienes que decir que me levante y me iré.
-Pues si me haces el favor, me estás molestando.
-De acuerdo.
Se levantó con pesadez y se sentó en otra mesa, si digo que no me molestó estaría mintiendo, me terminé mi café y me dispuse a marcharme. Mientras recogía mis cosas me di cuenta de algo, aquel chico estaba leyendo el mismo libro que yo hace un momento, mi libro..
Me dirigí hacia su mesa;
-La página 131 es la mejor- Dije
-Es la que leo en estos momentos..
Cuando dijo eso supe que a partir de ahora las cosas me iban a ir mucho mejor, solo tenía que mirar el mundo de otra forma así que ¿Porque no? Me senté frente a el y empecé a leer mi libro, otra vez por ese fragmento en el que el se enamoraba de ella.
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